Desde aquella iglesia, la primera en
su orden Chicacao dese hace tiempo atrás, fue fiel guardián de muchas imágenes,
que a lo largo del tiempo aún se conservan como parte del Patrimonio Religioso
que nuestra parroquia guarda para la historia del recuerdo.
Y es que para empezar debemos de
comentar de aquellas callecitas empedradas con sus trazos perfectos y
acompañadas de un místico paisaje de centenarias construcciones que aun guardan
cicatrices de historia, donde un resonaron los lentos pasos de penitentes que
traían procesión un 20 de febrero de 1915 a esa joya de imagen de Jesús
Nazareno. Porque hora antes un grupo de vecinos de acá del pueblo fue hasta la
estación del ferrocarril en aldea Nahualate a esperar el tren que en su
recorrido de diario de Guatemala hasta Mazatenango, traía en uno de sus vagones
un cajón, en cuyo interior venia desarmado en algunas piezas de su cuerpo esa
preciosa imagen de Nazareno. Fue algo extraordinario para los feligreses de ese
entonces ver bajar del tren a personalidades como las de Don Emilio Santos,
Abel Delgado, José Galindo, Don Goyito Salán, Don Laco Ordoñez, Don Juan María Velásquez
y otros señores que felizmente están haciendo cumplir sus sueños de traer a una
imagen con la cruz a cuestas para las procesiones de Semana Santa en Chicacao.
Previo a todo esto desde 1912 este grupo de Señores estuvieron gestionando en
la Antigua Guatemala la solicitud con la orden de los Frailes Mercedarios la
posibilidad de donarles a una imagen de talla de Jesús Nazareno, fue tan así
que dentro de la bodega del templo de la merced, los padres mercedarios tenía
una busto de un Nazareno a la vez un
cuerpo y una cruz de madera, ambas partes por separadas. Como estas piezas de
gran valor habían otras, las cuales sufrieron daños a causa de los terremotos
que se registraron a mediados de los años 1700. Todas estas reliquias
pertenecieron en su momento a la Iglesia del Barrio de San Jerónimo cuyo barrio
desapareció cuando fue destruido por los terremotos del año antes descrito. De
tal manera que poco a poco ensamblando las piezas y ajustando cada detalle de
la imagen fue como se logró la traída de esta excelsa imagen de Jesús Nazareno.
Fueron 2 años y medio de gestión hasta
que por fin vieron logrado sus sacrificios. Esta imagen Nazarena con un metro y
setenta y un centímetros de estatura fue traída en procesión desde Nahualate
hasta la Iglesia de Chicacao. Sus rasgos anatómicos son inconfundibles a los de
otros Nazarenos.
Alonzo de la Paz fue el extraordinario
escultor de la Época Colonial, junto a el hubieron otros como Mateo de Zúñiga,
los Hermanos Ganuza y otros que dejaron obras importantes que aún se veneran en
Antigua Guatemala y la Capital.
Decía los historiadores que ellos solo
reconocían a 3 imágenes hechas por Alonzo de la Paz y Toledo: La Imagen de
Nazareno de la Merced Antigueña, la de Jesús Nazareno de los Milagros “Rey del
Universo” del templo Arquidiocesano del Señor San José y la de Jesús Nazareno
de las Tres potencias de la Parroquia Vieja en la Zona 6, ambas imágenes de la
capital de la Republica y que viendo el burilando de nuestra imagen del
Nazareno de Chicacao, ellos aseguraron que habían encontrado a una cuarta obra escultoria de
Alonzo de la Paz y Toledo.
De tal forma que nuestro Nazareno
constituye uno de los iconos de unidad citadina desde el periodo de desarrollo
de la cultura hispánica en el antiguo reino de Guatemala. Es una joya palpable
que figura como un recuerdo de los casi 300 años de historia del periodo
colonial en nuestro medio en cuanto al culto religioso se refiere.
El Padre Restituto que tuvo nuestra
iglesia en aquella época decía cada viernes santo: “Veo en tu mirada tierna mi
Jesús Nazareno no la de una imagen sino de la representación de un Cristo
amoroso que me cuida y me protege por tu pasión y tu cruz ¡Sálvame!.
En sus 103 años llenos de fervor de
pertenecer a nuestra parroquia ha sido una muestra palpable de la devoción y
acendrada religiosidad de un pueblo que sale a las calles en manifestaciones
públicas de fe durante los días de la Semana Santa.
En todo el tiempo que Jesús Nazareno
tiene de pertenecer a nuestra parroquia, tuvo un pequeño paréntesis al estar
fuera del pueblo durante 11 meses. Todo obedeció a que en el Instituto de
Antropología e Historia de Guatemala, precisamente en la sección de
Restauración y conservación de Patrimonios Religioso. Dieron cabida a una
solicitud hecha por la hermandad para la restauración de la imagen del
Nazareno. En una madrugada del 11 de
abril del año 2002 en un viaje muy histórico con grupo de vecinos y miembros de
las hermandades prendieron con ese viaje para ir a dejar a la imagen de Jesús
Nazareno para su restauración. Fueron 11 meses los que tardo el proceso de
restauración y fue hasta el 20 de marzo de 2003 cuando alegremente fue recibida
la imagen en la entrada del pueblo por todo el pueblo católico que felizmente
estaba viendo como Jesús Nazareno retornada a su parroquia.
Estando el Nazareno en pleno proceso
de restauración en Guatemala fue blanco de curiosidad de algunos
historiadores como la del actual
director del Museo Nacional de historia de Guatemala el Lic. Miguel Álvarez
Arévalo y la de el Lic. Juan Alberto Sandoval que en aquel entonces figuraba como
investigador de datos de imágenes de la Hemeroteca Nacional.
La realidad es que concluía que
nuestra valiosa y preciosa imagen es un verdadero ejemplo de la escuela de
Alonzo de la Paz y Toledo, renombrado artista antigüeño de cuyas manos llenas
de talento brota esa imagen de Jesús Nazareno que es para los Chicacaoenses un
regalo y una herencia que debemos conservar y cuidar. En la piaña o sea en la
base que tiene la imagen también se puede apreciar el nombre de Salvador
Posadas. Pero este personaje según los historiadores fue alguien que se
dedicaba en los años 1820 a 1845 a darle
el tono de color de piel a las imágenes.
En la Semana Santa de 1988 vino a
acompañar los cortejos procesionales la banda de música sacra del Maestro
Máximo Chocoj Juchán, cuya banda originaria de Tecpán, Guatemala. La cual el
jueves santo de esa Semana Santa y de ese año al levantar el anda del señor
nazareno nuestros oídos recogieron con fervor las fúnebres notas de la marcha:
“Jesús Nazareno de Chicacao” que desde entonces se constituyó como la marcha
oficial de nuestra efigie sagrada.
Esta marcha fue estrenada esa vez y su
autor el maestro Máximo Chocoj Juchán entrego la partitura original como parte
de su devoción y admiración de la imagen a Don Domingo Mérida Gil, quien fungía
como tesorero de la hermandad de Nazareno.
En agosto de 2015 como parte de
actividades del centenario, en asamblea se acuerda el advocativo de “Soberano
de la Fe” el cual le quedo para siempre a esta culta imagen de Jesús Nazareno.
Quienes mas de alguna ocasión pasaron
por las filas de la gloriosa Hermandad de Jesús Nazareno, al posar sus ojos en
estas líneas harán de meditar lo importante que es cuidar, proteger y defender
este armonioso ejemplo de la imaginería colonial Guatemalteca, no solo como
escultura sino acrecentar ese culto de veneración hacía con nuestro “Jesús de
Nazareno Soberano de la Fe” de la Parroquia Inmaculada Concepción de María,
Chicacao, Suchitepéquez.